El Proceso
Te contamos paso a paso el proceso de elaboración que requiere el trabajo artesanal que realizamos en Rodríguez Zapateros.
Primer paso
Para comenzar el proceso es imprescindible trabajar con una horma que tenga las medidas exactas de cada pie.
Ningún pie es igual a otro. Por este motivo, lo primero que hay que hacer es medir cada pie con una cinta métrica (tal y como se explica en el vídeo “cómo medir el pie”).
Una vez que Rodríguez Zapateros obtiene las medidas, realiza una horma del pie derecho y una del izquierdo para cada cliente. Cada horma es personal y se guarda para que las medidas de un cliente tengan que tomarse una única vez.
Segundo paso
El siguiente paso es escoger la piel que se quiere para el zapato. La piel empleada puede ser de distintos tipos pero el proceso es el mismo en cualquier caso.
A lo largo de todo el proceso de elaboración, los clavos sirven para asegurar el zapato mientras la cola se seca. El zapato va pegado y finalmente cosido para asegurar el montaje y dar más flexibilidad al pie. En la actualidad las colas son muy efectivas y una zapato de estas características dura para siempre.
Último paso
El piso final puede ser de bloque o de patín, además de con tacón de suela o de goma y con distinto grosor, dependiendo de las preferencias del cliente.
Rodríguez Zapateros lleva desde 1923 realizando zapatos a mano.
Ramón, la tercera generación de esta familia de artesanos, pone a tu alcance la oportunidad de llevar unos zapatos a tu medida, incluso si tienes problemas como juanetes, papilomas, pies planos o alguna otra peculiaridad como tener una extremidad o pie de diferente tamaño.
Un acabado perfecto y, seguramente, los zapatos más cómodos que has tenido en tu vida.
Es importante saber cómo obtener las medidas exactas de cada pie para que el zapato se adapte a la perfección. Cada pie es diferente, así que hay que realizar este procedimiento para ambos pies. Para ello necesitarás un folio en blanco, un bolígrafo y una cinta métrica.
En primer lugar, coge el folio en blanco y pon el pie encima. Perfila con el bolígrafo el contorno del pie. Cuando ya lo tengas, coge la cinta métrica y empieza a coger tus medidas.
Para obtener el largo únicamente has de situar la cinta métrica en la mitad de la parte trasera del pie, a la altura del talón, y medir hasta el dedo gordo del pie.
Para el empeine, rodea la parte más gruesa del pie y mira cuánto mide.
Anota los resultados de cada pie en el mismo folio, para saber a qué pie pertenecen y envíanoslo vía email o llámanos si tienes dudas.